El cérvix o cuello uterino es la
parte más baja del útero, el lugar en el que crece el bebé durante el
embarazo. El cáncer de cuello uterino es causado por varios tipos de un
virus llamado virus del papiloma humano (VPH).
El virus se contagia por el contacto sexual. El cuerpo de la mayoría de
las mujeres es capaz de combatir la infección de VPH. Pero algunas
veces, el virus conduce a un cáncer. Si fuma, tiene muchos hijos, ha
utilizado pastillas anticonceptivas por largos periodos o tiene una
infección por VPH tiene más riesgo de que eso ocurra.
En un principio, el cáncer de cuello uterino quizá no causará síntomas, pero más adelante puede haber dolor en la pelvis o sangrado vaginal. Suele tomar varios años para que las células normales del cuello uterino se conviertan en células cancerosas. El médico puede encontrar las células anormales con una citología vaginal o Papanicolau (Pap), que es un examen de las células del cuello uterino bajo un microscopio. Hacerse exámenes Pap periódicamente permite detectar y tratar las células cambiantes, antes de que se conviertan en un cáncer.
Existe una vacuna para las niñas y mujeres jóvenes que las protege contra los cuatro tipos de VPH que causan la mayoría de los cánceres de cuello uterino.
En un principio, el cáncer de cuello uterino quizá no causará síntomas, pero más adelante puede haber dolor en la pelvis o sangrado vaginal. Suele tomar varios años para que las células normales del cuello uterino se conviertan en células cancerosas. El médico puede encontrar las células anormales con una citología vaginal o Papanicolau (Pap), que es un examen de las células del cuello uterino bajo un microscopio. Hacerse exámenes Pap periódicamente permite detectar y tratar las células cambiantes, antes de que se conviertan en un cáncer.
Existe una vacuna para las niñas y mujeres jóvenes que las protege contra los cuatro tipos de VPH que causan la mayoría de los cánceres de cuello uterino.
NIH: Instituto Nacional del Cáncer